Cuando buscas vender o arrendar una propiedad, una de las primeras decisiones es a quién confiarle ese proceso. ¿Necesitas un corredor de propiedades o un agente inmobiliario?
Aunque ambos términos suelen usarse como sinónimos, hay diferencias importantes que pueden impactar directamente en el resultado de tu operación.
¿Qué hace un corredor tradicional?
El enfoque más común del corretaje ha sido simple y directo:
📸 Sacar fotos.
💬 Publicar en portales.
📞 Esperar a que lleguen los interesados.
Y aunque este método puede funcionar en ciertos casos, no es suficiente en un mercado competitivo y cambiante como el actual.
¿Qué diferencia a un agente inmobiliario REMAX?
En REMAX preferimos el término agente inmobiliario, porque queremos romper el paradigma del corretaje pasivo. Nuestra propuesta de valor comienza mucho antes de publicar una propiedad:
✅ Evaluación de mercado con datos reales y actualizados.
✅ Conocimiento profundo del sector y su proyección.
✅ Estrategia de marketing personalizada (portales, redes sociales, video, etc.).
✅ Negociación profesional y acompañamiento legal en cada etapa del proceso.
✅ Reportes constantes para mantenerte siempre informado.
¿Y qué pasa con los corredores independientes?
Existen corredores muy profesionales que aplican estos mismos estándares. Y está bien considerarlos. Porque mientras más profesional sea nuestro rubro, mejores serán los resultados para los clientes.
Lo que debes evitar son aquellos que simplemente "publican por cumplir", sin estrategia, sin estudio de mercado, y sin cuidar la reputación digital de tu propiedad.
¿Por qué importa esto?
Porque una mala gestión puede “quemar” tu propiedad:
- Precios mal calculados.
- Publicaciones desordenadas o sin filtro.
- Fotos poco atractivas.
- Ausencia de seguimiento o negociación efectiva.
Todo esto puede traducirse en meses de espera, rebajas innecesarias o pérdida de oportunidades.
¿La clave? Elegir con criterio
Antes de confiar tu bien raíz, pregunta por el plan de trabajo. Compara, escucha, evalúa.
No se trata solo de vender o arrendar.
Se trata de hacerlo bien, con estrategia, responsabilidad y visión de largo plazo.





